El Gran Reto: Simplificarlo Todo

Se acabó el verano y ya estamos de vuelta en el blog, después de más de un mes de vacaciones. Por cierto, no recuerdo unas vacaciones tan largas desde la Universidad. Y de eso, ya hace un tiempecito. Supongo que es una de las externalidades positivas de la paternidad.

Durante este tiempo he estado pensando seriamente sobre lo importante que es enfrentarse a la vida, al trabajo, a todo, desde la perspectiva de Guillermo de Ockham. Como muchos sabéis, Ockham fue un monje franciscano cuya principal contribución fue separar la ciencia de la teología, sin olvidar su famoso principio de simplicidad, también denominado navaja de Ockham. Dicho principio viene a decir que las cosas no deben complicarse sin necesidad, formalmente y en  latín, “Entia non sunt multiplicanda sine necesitate” (literalmente “los entes no deben multiplicarse sin necesidad”).

En definitiva, si podemos hacer las cosas de forma sencilla para qué complicarnos la vida innecesariamente y perder el tiempo a lo tonto. Pero claro, si después de esta reflexión te pones a pensar en el mundo corporativo, te entra la risa.

En el mundo de la empresa solemos decir que el tiempo es clave, pero lo tiramos reiteradamente a la basura al complicarlo todo (procesos, sistemas, jerarquías…) sin sentido alguno. Desgraciadamente estamos tan acostumbrados a lo complejo que nos cuesta mucho simplificar. Pero ante la complejidad del entorno la mejor opción competitiva es simplificarlo todo: menos formularios, menos procesos idiotas, menos reuniones improductivas, menos tiempo de desarrollo de nuevos productos, menos niveles jerárquicos, menos e-mails que no aportan nada, menos sistemas de información mastodónticos que nadie usa…

Un buen ejemplo de miopía galopante ante lo simple lo podemos encontrar en una historia, que no sé si realmente es cierta, pero que de serlo tiene su gracia. Cuentan que al comenzar la conquista del espacio, los ingenieros de la NASA identificaron un problema complejo: crear un bolígrafo que escribiera en el espacio, para que los astronautas pudieran tomar sus notas (los bolígrafos clásicos funcionan gracias a la gravedad). Según parece la NASA gastó varios millones de dólares en el desarrollo del proyecto, que duró la friolera de diez años (a pesar de contar con la ayuda de varias empresas especializadas). Evidentemente, durante esos diez años los astronautas americanos no pudieron tomar notas en el espacio. Los rusos, mientras tanto, solucionaron el problema utilizando la navaja de Ockham: lápices espaciales, de los de toda la vida, con su grafito, su madera…

Ayer mismo empecé a simplificar mi vida comprando un MacBook Pro. De momento la cosa marcha bien: no sé hacer nada con él.

9 comentarios en “El Gran Reto: Simplificarlo Todo

  1. No es un ejemplo políticamente correcto (y perdón si ofende a alguien). Tengo entendido que una persona que supo entender la relación entre la sencillez y la efectividad fue Albert Speer, ministro de armamento, comunicaciones por carretera y energía alemán durante la Segunda Guerra Mundial.

    Entendió que si no quería perder tiempo con tanta tarea había que simplicar. Así hizo que no hubiese burocracia en sus ministerios y se rodeó de buenos organizadores que, en la mayoría de los casos, apenas superaban los 40 años. Y le fue bastante bien.

    Todo esto lo leí en un «El Reich de los mil años» de Jesús Hernández (si te gusta el tema te lo recomiendo).

    Resulta triste que Speer estuviera del lado de los malos. Si no hubiera sido un nazi quizá estaríamos estudiando sus métodos. Una pena.

  2. Juan….soy fan de Apple….es la mejor decisión y la más simple. Aunque ahora sólo puedas hacerte fotos con el Photo Booth (cuidado que no lo descubran tus hijos o te quedarás sin Mac), en unas semanas estarás encantado.
    Pontifex, gracias por arrojar luz sobre esta leyenda urbana. Los yankis a veces son melones, pero no para estar 10 años y gastar un pastón…..

  3. Si en el mundo empresarial se siguiera el principio de la navaja de Ockham:

    – 90% miembros consejo administración a la calle.
    – 85% miembros de la alta dirección a la calle.
    – 60% jefecillos intermedios a la calle.
    – 50% curritos a la calle.
    – 100% Estrategas complicaempresas a la calle.

    Por no meterme en el mundo del funcionariado y su santísima trinidad General-Autonómica-Local.

    En definitiva, llegamos al 40% de paro.

  4. Creo que el principio de la navaja de Ockham desarrolla todo su potencial cuando lo aplicamos a procesos de toma de decisión.

    Para el caso de las organizaciones, en las que el grado de complejidad del Sistema se dispara como consecuencia del propio nivel de incopetencia de sus dirigentes, aplicaría otra de esas sabias frases que nos dejó Albert Einstein: «Everything should be made as simple as possible, but not simpler». Simplifiquemos, pero cuidado con el punto al que llegamos, no vaya a ser que caigamos de inanición.

    Un abrazo

    Fran Romero
    Fuerza y Valor

  5. Hola Juan, ¿opinas que algún aspecto de un proceso de Coaching puede ser también un proceso de simplificación?. Te lo digo por una experiencia propia. Las personas como yo Burocrático-cuadriculantes, podemos llegar a perdernos en nuestras propias «legislaciones» hasta que alguien nos hace ver que existen los lápices.

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