Héroes

Es triste, pero lo primero que solemos hacer en este país cuando queremos empezar a trabajar es mandar 300 curriculums (a 300 empresas al azar), para posteriormente ser contratados por una empresa, en un departamento, y con un puesto que, por supuesto, no hemos elegido.

 

Imaginemos: tienes 23-24 años, has estudiado empresariales, has mandado 300 curriculums al mundo; pasas por una serie de entrevistas enormemente estúpidas, y de repente te hace una oferta de trabajo la empresa X, del sector Y, para trabajar en el departamento Z. Lo cierto es que no sabes si te gusta mucho el puesto (ni siquiera sabes si te apetece trabajar en el departamento Z, y evidentemente desconoces el sector Y). Pero a pesar de todo, siguiendo las recomendaciones de tu padre, aceptas. ¡Gran alegría! fiesta familiar…

 

Hasta aquí perfecto. Pasan los años, pongamos 6 o 7 (ya tienes treinta). De repente eres consciente de que a pesar de que has mejorado en el departamento Z (eres adjunto al director financiero) siempre te había llamado la atención el marketing, pero sigues en el departamento financiero. Un día consigues comer con el director de recursos humanos, le planteas un cambio al departamento de marketing. Te dice que eso es imposible, que tú eres financiero, incluso te insinúa que en unos cuantos años tú serás el director financiero de la compañía. Empiezas a odiar los balances y las cuentas de resultados… Empiezas a ser consciente de que ya es imposible cambiar de departamento en la empresa X… y te planteas cambiar de empresa, incluso de sector. Con el tiempo descubres horrorizado, que en este país, este tipo de cambios son enormemente complejos. Tú eres del sector Y (a lo mejor consigues cambiar de empresa, pero de sector…) y del departamento Z (nadie cree a estas alturas que puedas dedicarte al marketing).

 

Pasan los años, ya tienes cerca de los 40. Conseguiste cambiar de empresa, pero sigues en el «puñetero» sector Y y, por supuesto, en el departamento Z (ya eres director financiero). De vez en cuando te pasas a ver a los compañeros del departamento de marketing. Sientes una insana envidia, que te cuesta disimular. Tus mejores amigos en la empresa son los de marketing. Te encanta cuando te hablan de los nuevos métodos de segmentación que están desarrollando, cuando te cuentan sus historias con las agencias, incluso alucinas cuando te piden opinión sobre los eventos que quieren montar en los próximos meses. Pero tú estas condenado de por vida a ser el financiero…

 

Las consecuencias de todo esto son claras: frustración, dolor, sensación de pérdida de tiempo, aprendizaje individual reducido a la nada, motivación nula, despidos interiores, gente quemada…

 

Conclusión: en este país cambiar de función, de departamento o de sector es un acto heróico. Sigamos así…

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17 comentarios en “Héroes

  1. Juan, yo no diría que es cosa de héroes. Quizá fue un error ir a hablar con el director de personal en vez de hacerlo con el jefe de tus amigos de marketing.

    En cualquier caso, te doy la razón en lo de que no es nada sencillo ya que no se entiende bien, y no es tan difícil. Sin embargo, me consta que se puede hacer si estás dispuesto a cambiar de empresa o a pagar un cierto precio en la retribución durante un tiempo.

  2. Qué buen primer párrafo y que buen artículo, Juan.

    En parte coincido con José María en que la estrategia es importante. Pero creo que el verdadero problema siempre es motivacional: el interés declarado, en este caso la intención de cambiar al área de marketing, siempre suele ser mayor que el esfuerzo y la planificación a medio y largo plazos que se está dispuesto a poner en juego.

    Aunque declaremos estar mal o no tan bien como quisiéramos haciendo lo que hacemos ahora, la inercia, el status quo y los privilegios actuales son generalmente más poderosos que la motivación por el cambio.

    No es que no queramos cambiar, pero generalmente no lo queremos con suficiente fuerza.
    Por eso, cualquier problema que surge en nuestra vida profesional actual, una mala relación, un despido, un proyecto fracasado… puede desequilibrar esa balanza motivacional y producir el cambio hacia otra cosa. O no. ;-)

  3. ¿Estás contanto mi vida?… estoy cerca de los 30 y hace tiempo que pienso en cambiar. Hace unos meses lo propuse y me dieron la respuesta que has escrito. En unos años te contaré si conseguí cambiarme de puesto :)

  4. Sin pretender hacer dogma, creo que en la vida hay ciertos momentos tan cruciales para el devenir de la misma como imperceptibles cuando se dan.

    Ocurre con el trabajo, pero también nos pasa con la pareja e incluso con nuestra primera casa.

    Es eso de estar en el momento oportuno en el lugar adecuado y no siempre es posible.

    Yo al protagonista de tu historia le diría que no haga experimentos y que se compre el curso de marketing de Planeta Agostini por fascículos y dedique los domingos y fiestas de guardar a organizar campañas en casa, para su mujer y sus hijos. Ya verás que bien se lo pasan.

    Un abrazo. Gran post.

  5. Bueno, si el caso fuera real creo que una cosa interesante es que la persona a la vez que trabajaba en el departamento financiero se hubiera ido formando en el área de marketing, ya sea aprovechando los planes de formación para ocupados o haciendo un máster o similar. En todo caso estoy de acuerdo con JoseMPelaez en que podría haber sido más adecuado presentar la idea al jefe de marketing en vez de al director de personal.

    Creo que de todas formas, aunque es cierto que muchas veces el contexto no ayuda al cambio, somos nosotros los primeros que tenemos que dar el primer paso y tener algo más de iniciativa; por lo que he visto en los últimos años, hay mucha gente que ve el cambio como una amenaza y no como una oportunidad.

    Saludos

  6. muy buen post Juan. Keep on going!

    Por otra parte corres el riesgo que te pase lo que a mi, que nunca supe lo que queria (sigo sin saberlo) y ya he vivido en cuatro paises trabando en varias empresas y en distintos sectores… es el cuento de nunca acabar. En Junio me voy a vivir a Brasil y sera el 5 pais :)

    Un saludo

  7. Os aclaro que no es un caso personal. Confieso que yo he tenido la suerte de cambiar de área, incluso de sector (técnología, consultoría…). Y además al hacer consultoría te metes en diferentes funciones, áreas, sectores… No me quejo. Me encanta lo que hago.
    Pero lo cierto es que no todo el mundo consigue cambiar. Es cierto que es una responsabilidad personal prepararse para los cambios (me temo que los cursos que comenta Antonio, de Planeta Agostini, no son suficiente…).
    En cuanto a la estrategia para el cambio, posiblemente tenéis razón. La persona del caso, tendría que haber hablado con Marketing, no con Recursos Humanos.
    Mkt64, date un respiro… y suerte en Brasil. Gran sitio.

  8. Toda la razón Juan. Es más, yo me atrevería a resumirlo en la frase: «Lo duro en la vida no es que te vaya mal… sino que te vaya bien en lo que no te gusta».

    Esto es durísimo, puesto que tienes éxito, reconocimiento, puedes pagar las 2 hipotecas, los tres coches y el colegio de tus hijos, pero.. NO TE GUSTA LO QUE HACES.

    El error viene de atrás en donde el sistema o uno mismo no ha sabido hacer una diagnosis de talentos, potencialidades y gustos y ello generará que tomemos un camino que no es el que nos habría gustado.

    Un abrazo

  9. Qué gran verdad. Y como dice Juan Ferrer, qué duro es que te vaya bien en lo que no te gusta. Cuántas veces he deseado que me despidan, o que mi empresa cierre… Y aún lo sigo deseando. Pero yo no soy una heroína…aún.

  10. Juan, yo creo que tiene mucho de confianza en uno mismo. La situación que describes en el post me parece la de un sujeto que actúa de manera conservadora y aunque a regañadientes, se conforma.
    Conozco a un brillante doctor en bioquímica que dejó el instituto de investigación de renombre mundial en que trabajaba para dedicarse a… tallar pipas. Sí, lo dejó todo para tallar pipas de fumar, que era su pasión.
    No hace falta ser tan aventurado, pero de financiero a mkting… yo lo habría intentado seriamente.
    De hecho, yo personalmente he pasado del sector de la construcción al tecnológico (nuevas energías), y de técnico especialista a gestor/consultor. De momento creo que ahora voy bien, pero no ha sido nada fácil y todavía me falta para llegar a satisfacer mis expectativas.
    Un saludo y mucho ánimo para dar el salto, a mí me ha valido la pena y ahora SI es el momento.
    Jose L. Porta

  11. Juan: esa es la historia del trabajo en este pais N veces repetida. Cuestion de una educacion academicista y de presion social…porque si a partir de cierta edad, no has conseguido un trabajo….eres raro.
    Asi se potencia el ¨¨ un caramelo hoy o cinco mañana´´´
    Como consecuencia tenemos muy buenos trabajadores, desarrollando una funcion solo por dinero…consecuencia…nada de creatividad , poca innovacion etc etc

  12. Juan, te prometo que en cuanto junte algo de pasta, me voy a trabajar contigo ¡Gratis!, sólo por la experiencia.

    El otro día se lo dije a un directivo de una gran empresa en la que estoy haciendo consultoría estratégica y se le quedaron los ojos como platos.

  13. Jerónimo, cuando quieras lo hablamos… A mi también me parecería una gran experiencia trabajar contigo. No abunda la gente con pasión, y de eso andas sobrado.

    Por cierto, no creo que hiciera falta hacerlo gratis…

  14. :)

    Hace tiempo, Seth Godin hizo algo así. Un curso para gente que estuviera dispuesta a trabajar seis meses con él gratis, a cambio de lo que aprenderían y de la formación personal.

    Ya hablaremos. Me hubiera gustado ir a la presentación del libro, pero la pereza y el tercermundismo en comunicaciones que sufrimos en Andalucía me hizo desistir.

    Gracias por el comentario. Realmente me ha hecho mucha ilusión. A ver si cuando suba a la capital te llamo y te invito a una cerveza

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